Por el dolor, por la rabia. Por la verdad, por la justicia

EZLN

Palabras del EZLN para estos tiempos negros: Por eso en este tiempo nuestro mensaje no es de consuelo ni de resignación para quienes se duelen por una o muchas ausencias. De rabia es nuestro mensaje, de coraje. Porque conocemos ese mismo dolor. Porque tenemos en las entrañas la misma rabia. Porque, siendo diferentes, así nos parecemos.

 

Septiembre del 2015.

 

Compañeras, compañeroas y compañeros de la Sexta de México y el Mundo:

Hermanas y hermanos de los pueblos de la Tierra:

Sabe nuestro colectivo corazón, de antes y de ahora, que nuestro dolor no es lamento estéril.

Sabe que nuestra rabia no es desahogo inútil.

Sabemos quienes somos lo que somos, que nuestros dolores y rabias nacen y se alimentan de mentiras e injusticias.

Porque quien está arriba a costa de quienes abajo somos lo que somos, miente como forma de hacer política y adorna la muerte, la desaparición forzada, el encarcelamiento, la persecución y el asesinato con el escándalo de su corrupción.

Es criminal con fuero y sin vergüenza quien arriba es, sin importar el color de su política. Sin importar si pretende esconderse detrás de un cambio de nombre y de bandera.

Siempre el mismo rostro, la misma soberbia, la misma ambición y la misma estupidez.

Como si al desaparecer y asesinar también quisieran desaparecer y asesinar la memoria.

De arriba y de quienes ahí anidan sus perversiones y bajezas, sólo recibiremos la mentira como salario y la injusticia como pago.

Puntuales llegan la injusticia y la mentira, todos los días, a todas horas, en todas partes.

No les sacia el despojarnos de trabajo, vida, tierra, naturaleza.

También nos roban a quienes con nosotr@s son: hijos, hijas, hermanas, hermanos, padres, madres, familiares, compas, amig@s.

Persigue quien arriba es. Encarcela. Secuestra. Desaparece. Asesina.

No sólo acaba con cuerpos, con vidas.

También destruye historias.

Sobre la desmemoria construye el de arriba su impunidad.

El olvido es el juez que no sólo lo absuelve, también lo premia.

Por eso, y más, nuestros dolores y rabias buscan la verdad y la justicia.

Tarde o temprano aprendemos que no se encuentran en ningún lado, que no hay libro, ni discurso, ni sistema jurídico, ni institución, ni promesa, ni tiempo, ni lugar para ellas.

Que hay que construirlas aprendemos.

Como si el mundo no estuviera cabal todavía, como si un hueco le hiriera el vientre, lacerado el corazón del color que somos de la Tierra.

Así aprendemos que sin verdad y sin justicia, no hay día ni noche cabal. No reposa nunca el calendario, no descansa la geografía.

En muchas lenguas, idiomas, signos, nombramos a quien falta.

Y cada dolor y cada rabia toma un nombre, un rostro, una historia, un hueco que duele e indigna.

El mundo y su historia se llenan así de ausencias,

Y esas ausencias se hacen murmullo, palabra fuerte, grito, alarido.

No gritamos por lamento. No lloramos por pena. No murmuramos por resignación.

Es para que quienes faltan encuentren el camino de regreso.

Para que sepan que están aunque falten.

Para que no olviden que no olvidamos.

Por eso: por el dolor, por la rabia, por la verdad, por la justicia.

Por Ayotzinapa y todos los Ayotzinapas que hieren los calendarios y geografías de abajo.

Por eso la resistencia.

Por eso la rebeldía.

Porque llegará el tiempo en que paguen quienes nos deben todo.

Pagará quien persiguió, pagará quien encarceló, pagará quien golpeó y torturó. Pagará quien impuso la desesperación de la desaparición forzada. Pagará quien asesinó.

Porque el sistema que creó, alimentó, cobijó y protegió el crimen que se viste de mal gobierno, será destruido. No maquillado, no reformado, no modernizado. Demolido, destruido, acabado, sepultado será.

Por eso en este tiempo nuestro mensaje no es de consuelo ni de resignación para quienes se duelen por una o muchas ausencias.

De rabia es nuestro mensaje, de coraje.

Porque conocemos ese mismo dolor.

Porque tenemos en las entrañas la misma rabia.

Porque, siendo diferentes, así nos parecemos.

Por eso nuestra resistencia, por eso nuestra rebeldía.

Por el dolor y la rabia.

Por la verdad y la justicia.

Por eso:

No claudicar. No venderse. No rendirse.

Por eso:

¡Verdad y Justicia!

Desde las montañas del sureste mexicano.

Subcomandante Insurgente Moisés. Subcomandante Insurgente Galeano.

En un rincón del planeta que llaman “Tierra”, septiembre del 2015.

Este día 26 de septiembre, miles de zapatistas, niños, niñas, jóvenes, jóvenas, mujeres, hombres, otroas, ancianos y ancianas, viv@s y muert@s, nos manifestaremos en nuestros territorios para abrazar así a todas las personas que tienen el dolor y la rabia a causa de la cárcel, la desaparición y la muerte impuestas por el de arriba.

Las abrazaremos también porque así nos abrazaremos nosotras, nosotros, zapatistas.

Y así llamamos a todas las personas honestas y cabales del planeta para que hagan lo mismo, en sus calendarios y geografías, según sus tiempos y modos.

Porque mientras se quieran suplir con mentiras y burlas las faltas de verdad y justicia, la humanidad seguirá siendo sólo una grotesca mueca en la faz de la Tierra.

 

http://mexico.indymedia.org/spip.php?article3786

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EZLN-Kommuniqué: Wegen des Schmerzes, wegen des Zorns, wegen der Wahrheit, wegen der Gerechtigkeit
 
September 2015.
 
Compañeras, Compañeroas und Compañeros der Sexta in Mexiko und auf der ganzen Welt:
Schwestern und Brüder der Völker der Erde:
 
Es weiß es, unser kollektives Herz, von damals und von jetzt, dass unser Schmerz nicht unfruchtbares Wehklagen ist.
Es weiß, dass unser Zorn nicht unnützes abreagieren ist.
Wir wissen, die wir sind, wer wir sind, dass unsere Schmerzen und unser Zorn aus Lügen und Ungerechtigkeiten geboren und genährt werden.
Denn wer oben ist, auf Kosten derer, die wir unten sind, was wir sind, lügt als eine Form des politischen Tuns und schmückt den Tod, gewaltsames Verschleppen, Gefängnis, Verfolgung und Mord mit dem Skandal seiner Korruption.
Verbrecher ist, mit Gerichtsstand und ohne Scham, wer oben ist, ungeachtet der Farbe seiner Politik. Ungeachtet, ob er sich hinter anderem Namen und anderer Fahnen verstecken möchte.
Immer das gleiche Antlitz, der gleiche Hochmut, die gleiche Gier und die gleiche Blödheit.
So als ob sie durch verschleppen und ermorden auch die Erinnerung, das Andenken verschleppen und ermorden wollten.
Von oben und von jenen, die dort ihre Verkommenheit und Niederträchtigkeit ausbrüten, werden wir nur Lügen als Lohn und Ungerechtigkeit als Zahlung erhalten.
Pünktlich treffen sie ein, Ungerechtigkeit und Lüge, täglich, stündlich, überall.
Es befriedigt sie nicht, uns unserer Arbeit, unseres Lebens, unseres Bodens, unserer Natur zu berauben.
Sie rauben uns auch die, die mit uns sind: Söhne, Töchter, Schwestern, Brüder, Väter, Mütter, Familienangehörige, Compas, Freundinnen, Freunde.
Es verfolgt, wer oben ist. Kerkert ein. Entführt. Verschleppt. Mordet.
Nicht nur Körper, Leben nimmt er.
Auch Geschichten zerstört er.
Auf dem Vergessen errichtet der von oben die Straflosigkeit.
Das Vergessen ist der Richter der nicht nur freispricht sondern auch belohnt.
Deshalb und nicht nur deshalb suchen unsere Schmerzen und unser Zorn die Wahrheit und die Gerechtigkeit.
Früher oder später erfahren wir, dass sie nirgendwo zu finden sind. Es gibt kein Buch, noch Diskurs, weder
Rechtssystem, noch Institution, weder Versprechen, noch Zeit oder Ort für sie.
Dass wir sie schaffen müssen, erlernen wir.
So als ob die Welt noch nicht gut wäre, so als ob ein Loch ihren Bauch verletzen würde, zerfetzt das Herz der Farbe der Erde, die wir sind.
So lernen wir, dass es ohne Wahrheit und ohne Gerechtigkeit weder einen rechten Tag noch eine rechte Nacht gibt.
Niemals ruht der Kalender, die Geographie rastet nicht.
In vielen Sprachen, Zungen, Zeichen nennen wir die, die fehlen.
Und jeder Schmerz und jeder Zorn nimmt einen Namen, ein Antlitz, eine Geschichte eine Lücke, die schmerzen und entrüsten.
Die Welt und ihre Geschichte füllen sich so mit Abwesenheiten,
Und diese Abwesenheiten werden zum Gemurmel, lautes Wort, Schrei, Geheul.
Wir schreien nicht als Gejammer. Wir weinen nicht vor Schmerz. Wir murmeln nicht aus Resignation.
Sondern deshalb, damit jene, die fehlen, den Weg zurück finden.
Damit sie wissen, dass sie hier sind, obwohl sie fehlen.
Damit sie nicht vergessen, dass wir nicht vergessen.
Deshalb: wegen des Schmerzes, wegen des Zorns, wegen der Wahrheit, wegen der Gerechtigkeit.
Wegen Ayotzinapa und alle Ayotzinapas, die Kalender und Geographien von unten verletzen.
Deshalb der Widerstand.
Deshalb die Rebellion.
Denn die Zeit wird kommen, wenn die zahlen, die uns alles schulden.
Wer verfolgte wird zahlen, wer einkerkerte wird zahlen, wer schlug und folterte wird zahlen. Wer die Hoffnungslosigkeit des gewaltsamen Verschwindenlassens aufnötigte wird zahlen. Wer mordete wird zahlen.
Denn das System, welches das Verbrechen, das sich als schlechte Regierung verkleidet, erschuf, ernährte, behütete und beschützte, wird zerstört werden. Nicht vertuscht, nicht verbessert, nicht modernisiert. Niedergerissen, zerstört, ausgelöscht, begraben wird es werden.
Deshalb ist in Zeiten wie diesen unsere Botschaft weder des Trostes, noch der Resignation für jene, die wegen einer oder vieler Abwesenheiten trauern.
Unsere Botschaft ist des Zornes, der Wut.
Denn wir kennen denselben Schmerz.
Denn wir haben in unseren Eingeweiden den gleichen Zorn.
Denn obwohl wir unterschiedlich sind, sind wir uns so ähnlich.
Wegen dieses unseres Widerstandes, wegen dieser unserer Rebellion.
Wegen des Schmerzes und des Zornes.
Wegen der Wahrheit und der Gerechtigkeit.
 
Deshalb:
Nicht wanken. Sich nicht verkaufen. Nicht kapitulieren.
Deshalb:
Wahrheit und Gerechtigkeit!
 
Aus den Bergen des Südostens von Mexiko
Subcomandante Insurgente Moisés.                                    Subcomandante Insurgente Galeano.
 
In einem Winkel des Planeten den sie “Erde” nennen, September 2015.
An diesem 26. September werden wir, Tausende von Zapatistas, Jungen, Mädchen, junge Männer, junge Frauen, Frauen, Männer, AnderEr, alte Männer, alte Frauen, Lebende und Tote, in unserem Territorium demonstrieren um so alle Personen, die Schmerz und Zorn wegen des Gefängnisses, des Verschleppens und des von oben auferlegten Todes erleiden, auf diese Art zu umarmen.
Wir werden sie auch deshalb umarmen, weil wir Zapatistinnen und Zapatisten uns so umarmen werden.
Und so rufen wir alle ehrlichen und aufrechten Menschen des Planeten auf, dasselbe zu tun, in ihren Kalendern und Geographien, je nach ihrer Zeit und ihrer Art.
Denn solange versucht wird, mit Lügen und Hohn das Fehlen von Wahrheit und Gerechtigkeit zu ersetzen, wird die Menschheit weiterhin nur eine groteske Fratze auf dieser Erde sein.
 
Quelle: http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2015/09/25/wegen-des-schmerzes-wegen-...